Called from/Referenciado desde: La portada de Santa María del Rey

Extraña Mezcolanza

Las figuras 1A-2A-3A-4A

 

 

Posición en portada

Las figuras 2A, 3A y 4A aparentan ser un conjunto. La figura 1A ya la hemos catalogado como una probable representación simbólica de uno de los 4 Evangelistas, en concreto San Lucas bajo la forma de uno de los Cuatro Vivientes del Apocalipsis de San Juan. En concreto el texto dice lo siguiente (versión española de Nacar-Colunga, Ap. 4,1-8)

Al instante fui arrebatado en espíritu, y he aquí un trono colocado en el cielo, y sobre el trono, uno que estaba sentado. Y el que estaba sentado era semejante a la visión de una piedra de jaspe y a la sardónice, y el arco iris que rodeaba al trono era semejante a una visión esmeralda. Alrededor del trono vi otros veinticuatro tronos, y sobre los tronos estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos de vestiduras blancas y con coronas de oro sobre sus cabezas. Salían del trono relámpagos y voces y truenos, y  siete lámparas de fuego ardían delante del trono, que eran los siete espíritus de Dios. Delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal, y en medio del trono y en rededor de él, cuatro vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás. El primer viviente era semejante a un león; el segundo viviente, semejante a un toro; el tercero tenía semblante como de hombre, y el cuarto era semejante a un águila voladora.

Los cuatro vivientes tenían cada uno de ellos seis alas, y todos en torno y dentro estaban llenos de ojos y no se daban reposo día y noche, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que viene.

El argumento más fuerte para considerarlos a las figuras 2A-4A como "vivientes" al igual que 1A vendría dado por las alas que presentan los personajes y lo semejante de su composición. En San Lucas se apreciaban bien las alas y los cuernos, mientras que en el resto de las figuras son las alas y los rostros los que se distinguen con dificultad. Desgraciadamente los rostros se han perdido, pues habría sido fácil reconocer en ellos el león y el águila, símbolos de San Marcos y San Juan, respectivamente.

San Juan Evangelista, en representación del Beato de Liébana

Detalle 2A mostrando las alas

Ya vimos con San Lucas que existían diversas maneras de representar algo tan poco representable como uno de "los cuatro vivientes"; la más elegante era darles figura humana con la cabeza del animal representado y limitando las alas a un par (pues en los textos llegan a tener tres pares). En algunos casos se les pintaba ojos en el manto, para hacer referencia a los múltiples ojos de los cuales estaban cubiertos. Para acentuar la identificación posterior de los vivientes con los cuatro evangelistas se les hacía portar un libro a cada uno de ellos, en representación de los cuatro evangelios.

La representación de los ancianos sería en principio más sencilla. Se encuentran sentados, en actitud extática o contemplativa, tocados con coronas y sosteniendo la copa y la cítara (aquí representada como un instrumento de cuerda). Un magnífico ejemplo lo tenemos en las figuras que decoran  el tímpano de la abadía de San Pedro de Moissac (Francia). Y para comparar, qué mejor que las  miniaturas de las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio o el Beato de San Pedro de Cardeña, donde aparecen instrumentos de cuerda y cuerda pulsada.

Moissac - Tímpano. Uno de los 24 ancianos del Apocalipsis. 

Entre 1085 y 1115

 

Pareja de músicos tañendo cítaras (Cantigas de Santa María)

 

Escena apocalíptica de la Adoración del Cordero, con el Evangelista San Marcos en posición central

Beato del monasterio de San Pedro de Cardeña. Escrito en letra carolina-gótica entre el 1175 y 1185

En el caso de la figura 1A era imposible saber lo que habría sostenido en las manos. Las figuras 2A-4A sin embargo sí nos  lo muestran, aunque bastante deteriorado. Con la mano derecha sostienen algo en posición vertical, mientras que de la mano izquierda cuelga otro objeto. Es este último elemento colgante el que presenta curiosas variaciones entre ellos, aparentando no tratarse del mismo objeto. Aunque están deteriorados, si lo que querían representar eran instrumentos musicales, resulta difícil excusar la impericia del escultor en plasmarlos.

3A

4A

5A

 Por lo que vemos, las figuras parecen combinar elementos de la representación convencional tanto de los vivientes (rostros de animal u hombre, alas) como  de los ancianos (copa y cítara).  Un texto que apoyaría que tanto los vivientes como los ancianos portasen los mismos objetos sería el texto siguiente (Ap. 5,8):

Y cuando lo hubo tomado, los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron delante del Cordero, teniendo cada uno su cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.

Este modo de combinar en una misma figura a un viviente y a un anciano es original y no se puede achacar al desconocimiento, pues la representación de Cristo Pantocrator rodeado  por símbolos apocalípticos se repite hasta la saciedad en la decoración tanto de las portadas como de los ábsides de los iglesias de la época. El anónimo escultor habría encontrado insatisfactorias las visiones que dichos conjuntos ofrecían y se habría decantado por una versión híbrida (viviente-anciano), que además le permitiría evitar el tener que reservar sitio para representar a los "veinticuatro ancianos".

 

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