Called from/Referenciado desde: Histgueb: Algunos hallazgos aparecidos en Sigüenza y alrededores

Rebobinar un poco

En esta época que nos ha tocado vivir, la abundancia de información es una fortuna ambivalente. Mientras antaño pasaban décadas entre noticias sucesivas, ahora hay que estar todo lo atento que se puede para que no se te escapen novedades interesantes. Así, fue grande mi sorpresa cuando en mis periódicas revisiones de los dimes y diretes sobre Sigüenza (Guadalajara, España) di con la siguiente información:

Among the inscriptions devoted to Epona in Hispania, one comes from Monte Bernorio (Palencia), two from Alava and the rest from ancient Celtiberia: one of the latter is from Lara de los Infantes, in Burgos (Elorza 1970) while another inscription comes from Sigüenza (Guadalajara). This one, which unfortunately has disappeared, showed the image of the goddess in profile riding a horse (apparently it was very similar to those of Marquínez and Albaina, in álava). [Gabriel Sopeña, "Celtiberian Ideologies and Religion", en E-Keltoi, Journal of Interdisciplinary Celtic Studies, Volume 6, The Celts in the Iberian Peninsula, 6 Enero 2008]

Como informa el texto anterior, una inscripción dedicada a la diosa Epona apareció en Sigüenza, donde la diosa celta era representada de perfil sobre un caballo, asignándola un parecido con otra representación, pero luego nos aclara que la inscripción/representación desapareció. No se dice nada sobre la fecha de su descubrimiento ni de su desaparición. Interesante.

Ara mutilada en la cual la diosa aparece semindesnuda recostada sobre un caballo. Entre las patas de éste aparece la figura de un perro.

Representación de Epona semidesnuda, recostada a lomos de un caballo y con un perro a los pies. Ejemplar de Allerey (Francia)

A raíz del anterior texto, decidí "tirar para atrás", rebobinar, atrasar el reloj. El método escogido es muy simple: nos retrotraeremos poco a poco en el tiempo, escogiendo noticias sobre el hallazgo relacionado con Epona en Sigüenza, e iremos viendo como imperceptiblemente se van deshaciendo posibles inexactitudes consolidadas por la repetición escolástica. Al final nos detendremos en el testimonio más antiguo que he podido tener en mis manos.

Excuso decir que el método de selección de los textos que siguen ha sido relativamente simple: el clásico juego de citas, adobado con el carácter teóricamente aleatorio de los buscadores en internet. Omito muchísimas referencias sin que ello suponga su menosprecio. Ni son todos los que son, ni son todos los que están.

2003: Joaquín Caridad en "Los fenómenos de homonimia..." [1]

Entre los abundantes testimonios iconográficos de esta diosa en toda la Europa céltica, hay que contar un relieve de Sigüenza (Guadalajara) que la representa montando una yegua [Cita a Francisco Marco]

Como podemos apreciar, se nos confirma la existencia de una representación figurativa de la diosa celta, montando una cabalgadura de sexo femenino, dato que hasta entonces desconocíamos. Nada se dice sobre si se conserva o no dicho relieve.

2000: Susana Prieto et al, "Fíbulas argénteas..." [2]

El culto a Epona está atestiguado entre los Celtíberos en los relieves de Sigüenza, en el que la diosa aparece sentada de frente sobre un caballo de perfil (Sopeña 1987: 43-44; CIL XII, 5788)

Nuevas precisiones sobre el relieve de Epona: la diosa estaba representada de frente mientras que el caballo (¿no era yegua?) lo está de perfil.

1997: Alberto J. Lorrio "Los Celtíberos" [3]

Hay que hacer mención, también, de un relieve procedente de Sigüenza (Guadalajara) con una dedicación epigráfica a Epona, en la que la diosa aparece montando de lado una yegua vista de perfil (Marco 1987: 62), iconografía que recuerda a otros dos monumentos de la provincia de Alava (Elorza 1970)

Resumen: monumento epigráfico + iconográfico, estando representada la diosa montando de lado una yegua de perfil.

1987: Gabriel Sopeña, "Dioses, ética y ritos" [4]

El culto a Epona se comprueba en la Celtiberia por el relieve aparecido en Sigüenza en donde se presenta a la diosa sentada de frente, sobre un caballo de perfil (CIL, XII, 5788), de una manera muy parecida a la de dos monumentos alaveses.

No se menciona la inscripción, pero si el relieve figurativo.

1986: Francisco Marco, "La religión de los celtíberos" [5]

En Sigüenza apareció un relieve con inscripción dedicada a Epona (CIL, II, 5788): en él se representa a la diosa sentada de frente, sobre un caballo de perfil, de forma similar a la de otros dos monumentos alaveses

Posible errata en la cita del CIL. Por lo demás, la descripción de la diosa es similar a los testimonios anteriormente recogidos.

1983: José María Blázquez, "Religiones Prerromanas" [6]

Aras dedicadas a Epona han aparecido en Lara de los Infantes, en Sigüenza y en Loncejares. Tres representaciones de Epona ha dado Hispania (il. 158). Proceden de Sigüenza (Guadalajara) y Albaina (Alava). Un ara consagrada a la diosa se encontró en Lara de los Infantes (Burgos).

Obra de referencia. A pesar de hablarse de tres representaciones y prometerse una imagen de las mismas, en la ilustración nº 158 únicamente aparecen dos figuras.

1983: Juan Manuel Abascal "Epigrafía romana de la provincia de Guadalajara" [7]

Ara de reducidas dimensiones, labrada en piedra caliza, encontrada hacia 1850 en esta ciudad [Sigüenza], algo más allá del convento de S. Francisco junto a un pavimento de mosaico romano, y actualmente perdida (Fita, F., Reseña epigráfica desde Alcalá de Henares a Zaragoza, 1893)

FITA (175) Y HUBNER (176) publicaron idénticas medidas de la pieza, aunque no podemos dar crédito a sus afirmaciones en el sentido de que ésta medía 15x85 mm., error debido seguramente a la desaparición de la misma. Nos inclinamos a pensar que sus medidas correctas son 150 mm. de altura por 85 mm. de anchura, más proporcionadas y que darían a la pieza unas dimensiones acordes con el resto de las dedicaciones conservadas, especialmente con la del ara de Lara de los Infantes (177). No se conserva dibujo ni fotografía de la inscripción, pero por la descripción de FITA y el trabajo de FUSTER sobre la pieza de Lara de los Infantes, se pueden colegir algunos datos. En cuanto a su ornamentación, parece que únicamente ostentaba en uno de los laterales, un signo inciso, reproducido toscamente por HUBNER (178) y que fue interpretado como un candelabro, el símbolo de la Santísima Trinidad y hasta una carroza de circo (Fita, F. Inscripciones ibérica, op. cit. p. 327). FERNANDEZ FUSTER, más cautamente, lo consideró un símbolo esquemático sin llegar a formular una solución satisfactoria (Fernandez Fuster Luis, Un ara a Epona en el Museo de Burgos, IV Congreso Nacional de Arqueología. Burgos 1955; Zaragoza (1957), págs. 219-220).

Texto muy completo. Corrige un error de Hübner en cuanto a las dimensiones de la pieza, que se afirma desaparecida. Reconoce que no se conserva dibujo ni fotografía de la inscripción, y sobre un "símbolo inciso" que presentaba (primera vez que se menciona) afirma que había sido interpretado como candelabro, la Santísima Trinidad o carroza de circo. Siguiendo a otro autor, se decanta por considerar dicho símbolo como "esquemático".

Ara de tipo pórtico de casa, con cortinajes, donde la diosa aparece sentada de frente, vestida y flanqueda por dos caballos de reducido tamaño Relieve tosco donde aparece una figura desnuda, con las piernas exageradamente abiertas, sentada en una silla de tijera. Posee dos rostros y acaricia con sus manos los belfos de dos caballos que se yerguen a ambos lados
Otra tipología en la representación de Epona; sentada de frente al espectador, posando sus manos sobre sendos caballos, muy reducidos de tamaño. Ejemplar de Budapest (Hungría) El héroe o divinidad conocido como "el domador de caballos". La figura aparece sentada en algo parecido a una jamuga, procedente de Villaricos (Almería)

1983: Nuria Morère "Carta arqueológica de la región seguntina" [8]

Constituye un resumen muy bien construido, empleando el testimonio de Fernández-Guerra, añadiendo la interpretación de Benoit que paso a transcribir literalmente de su trabajo: "un dessin qui paraît figurer l'éperon ou mieux le char votif stylisé, vu en plan... L'interprétation du Corpus, un char, est plus satisfaisante que celle du candélabre (Fernández Guerra)". Apunta a la posible localización del hallazgo y recalca el interés pues "su nombre [Epona] sólo aparece en cuatro inscripciones de la Tarraconense".

1911: Fidel Fita "Inscripciones ibéricas y romanas" [10]

En Sigüenza. Ara muy pequeña (15 por 85 milímetros), dedicada a la diosa tutelar de los caballos. -Hübner, num. 5.788 (año 1892), BOLETíN, tomo XXIII, pag. 508 (año 1893).

Eponae s(acrum). Secundus v(otum) s(olvit) m(erito)

Consagrado a Epona. Justo exvoto de Secundo.

El P. Minguella (pág. 7), siguiendo a Fernández Guerra, expone la sigla del segundo renglón por S(ervius); exposición nada probable, porque desdice del buen estilo epigráfico. En el dorso del ara está esculpido, no el símbolo de la Santísima Trinidad, sino el de una carroza de circo, de donde saldría vencedor Secundo; y así se explica bien la razón de su exvoto, como lo indica Hübner, a quien es justo devolver el crédito de persona bien enterada, distinguiendo los varios años (1869, 1892 y 1897), en que habló atinadamente de la romana Sigüenza.

Descripción muy concisa, en la cual nuevamente el hallazgo se encoge dimensionalmente. Corrige la trascripción ofrecida por Minguella y siguiendo a Hübner, interpreta el símbolo situado "en el dorso del ara" como una carroza de circo, donde ni más ni menos que Secundo encontraría la gloria.

1910: Toribio Minguella, "Historia de la Diócesis de Sigüenza" [11]

Estampa coloreada con un retrato juvenil de Toribio Minguella, sentado, vestido con hábito
Retrato juvenil de Toribio Minguella y Arnedo (Igea 1836 - Cintruenigo 1920), nombrado obispo de Sigüenza en 1897

Este texto, quizás el de mayor difusión hasta las versiones modernas, no lo transcribo porque copia literalmente la más antigua de mis referencias, que reproduzco más adelante en su totalidad. De todos modos, omite una serie de detalles aparentemente anecdóticos sobre las circunstancias del hallazgo que han inducido posteriormente a confusión. Aprovecho para insertar la inscripción y el símbolo que presentaba en un lateral el "pedestalillo" en cuestión en la obra de Minguella.

El texto que presentaba el ara, tal y como lo publicó Minguella El símbolo que poseía el ara en un lateral, publicado por Minguella y que difiere en la longitud de los brazos superiores del publicado por Fdez-Guerra

1893: Fidel Fita: "Lápidas romanas desde Alcalá de Henares..." [12]

Una ciudad tan ilustre como Sigüenza, El nombre de Sigüenza, escrito en griego de Ptolomeo, no nos ha manifestado sino una de sus innumerables inscripciones romanas, cortísima y votiva (Hübner, 5788), pero notable, porque el nombre de la diosa es céltico:

La inscripción, tal como la publicó Fita

Eponae s(acrum), Seccundus v(otum) s(olvit) m(erito)

Consagrado a Epona, justo exvoto de Secundo

Se halló con un pavimento de mosaico más allá del ex-convento de franciscanos; ahora permanece, según noticias, en el palacio episcopal, donde no estaría mal que se abriese un Museo, como lo ha hecho el Sr. Obispo de Vich en su palacio, con aplauso de nuestra Academia.

Nuevamente es citado Hübner, añadiéndose el comentario que "según noticias" (bastante infundadas, como luego se verá) el hallazgo se conservaba en el Palacio Episcopal, sugiriendo el convertirlo en un museo al estilo del Palacio Episcopal de Vic (Barcelona), inaugurado en 1891. Ya en 1895 se empezó a constituir un Museo de Arte Cristiano en el Seminario Conciliar de Sigüenza, que complementase sus riquísimos fondos documentales, aunque de todo aquello prácticamente nada sobrevive. La riqueza de la biblioteca y museo del seminario pasaría a ser un puro recuerdo no muchos años más tarde.

En una plaza pública se aprecia una gran pira de libros e imágenes religiosas, colocadas en posiciones vejatorias El cascarón vacío en que quedaría convertido el Seminario de Sigüenza en 1936

Una de las piras organizadas en Vic con fondos del Palacio Episcopal en 1936, tal y como apareció en la prensa extranjera

El seminario de Sigüenza, tras la contienda

1892: Emil Hübner: CORPVS INSCRIPTIONVM LATINARVM [13]

Retrato de Hübner, de pelo moreno y barba poblada
Emil Hübner (Düsseldorf 1834, Berlin 1901)

5788 (= Eph. IV. N. 26). Segontiae (Sigüenza), rep. saeculo proximo medio, más allá del convento de S. Francisco, ubi apparuit pavimentum tesselatum in parietinis templi alicuius; arula alta m. 0.015, lata 0.085

Guerra Cantabria p. 47. Lege:

Eponae s(acrum) Se[c]undus v(otum) s(olvit) m(erito)

Ornamentum lateris fortasse ex curriculi imagine ortum est.

Muy parca descripción, aunque se menciona el origen de la información ("Cantabria", de Fernández-Guerra) y que poseía decoración en un lateral. Nada dice de una representación figurativa de la diosa, caballo, etc. Error en el dimensionado.

1884: Fidel Fita: "Lápidas romanas del valle..." [14]

Como Elanus á Elonus, así Obana (Obiana?) es á Obiona. Quizá se deban estimar variedades dialécticas de Epona, diosa de los pesebres, á quien se puso en Sigüenza (Fernández Guerra, Cantabria, pag. 47) notable ex-voto:

EPONĘ
S · S E C
VNDVS
V · S · M

Aquí Fidel Fita realiza una breve referencia a la inscripción, más atento a consideraciones filológicas que otra cosa.

1878: Aureliano Fernández-Guerra, "Inscripción inédita de Sigüenza" [15]

Llegamos a la referencia más antigua por mi reproducida. Es por ello por lo que pido perdón por el énfasis que le doy. Espero que el lector lo disculpe una vez lo lea.

Grabado de Aureliano Fernández Guerra aparecido en La Ilustración Española y Americana el 15 de septiembre de 1894

Aureliano Fernández-Guerra y Orbe (Granada 1816, Madrid 1894)

A guisa de introducción, sabemos que Fernández-Guerra visitó la ciudad de Sigüenza en 1878, a invitación de Manuel Pérez-Villamil, como orgullosamente nos informa este último [16]. Pero demos paso a Don Aureliano:

Cierre estas observaciones sobre el monograma indicativo de la santa e individua Trinidad, la noticia de otro, también español, pero también distinto del romano que publicó Boldetti, y del de la piedra de Corao. Consiste en el asta de tres puntas alzándose sobre media esfera; o mejor dicho, enlazando el (alfa) y (omega), que eso viene a ser todo el símbolo. Y se grabó en un pedestalito de quince centímetros de alto por ocho y medio de ancho, que en su frente, brindaba con una inscripción gentílica y votiva. Pareció en Sigüenza, mediado el siglo anterior [recordemos que el autor escribe en 1877; se refiere a mediados del s. XVIII. En Hispania Epigráfica se afirma erróneamente que fue en torno a 1850] más allá del convento de San Francisco, junto al puente que separa el caz de los molinos, donde, cavando para hacer una huerta, se dio con el pavimento de mosaico y las ruinas del pórtico de un templo. Hubo de sostener sin duda el pedestalillo la estatua de Epona, deidad que hasta ahora no había sonado en nuestra antigua epigrafía y de quien se acuerda Juvenal, VIII, 157, cuando nos pinta de mano maestra al noble Damasipo, nacido no para grande sino para cochero y mozo de mulas, jurando por Epona, diosa de los caballos y de las caballerizas, y por las imágenes pintadas junto a los pesebres hediondos. Fuera de España recuerdo muchos epígrafes dedicados a este númen. La inscripción dice así:

Eponae S(ervius) Secundus v(otum) s(olvit) merito.

"Servio Segundo cumplió el voto que merecidamente había hecho a Epona"

El monograma coge todo el costado, en esta manera:

El monograma del ara, tal y como lo publicaron Hübner, Fernández-Guerra y Minguella
Comparación del monograma que originalmente dio a conocer Fernández-Guerra con los que luego divulgarían Minguella y Hübner.

En cuanto se halló el monumento, subiéronlo al R. Obispo D. Francisco Díaz Santos Bullón, que lo conservó en su estudio sobre una papelera, hasta 1761, en que pasó a la metropolitana de Burgos. Entonces el pedestal se trae a Madrid, para oir la opinión del P. Risco, y después desaparece su memoria. Quiero salvarla yo, pues de todo he podido enterarme últimamente en Sigüenza, disfrutando por favor del Sr. Magistral un apuntamiento autógrafo del erudito deán de aquella iglesia, a fines del siglo anterior, D. Diego Eugenio González Chantos.

A falta de poder consultar el texto original del Deán González Chantos, si es que todavía se conservase en el archivo catedralicio, los datos que nos proporciona Fernández-Guerra nos permiten realizar una serie de precisiones:

Una hipótesis de mi cosecha

Después de haber opinado sobre el trabajo y disgresiones de los demás, justo es que ponga mi granito de arena para ser criticado. De tanto mirar el símbolo de la estela y las multiformes variantes de la diosa céltica Epona, no considero inverosímil que el famoso dibujo estilizado que el ara poseía en uno de sus laterales simplemente constituya un símbolo de la diosa, aquí influenciada por la representación de divinidades que la precedieron en la Península Ibérica y cuyo culto habría desaparecido o sido asimilado por otro más elaborado. Una hipótesis más a añadir a la de símbolo trinitario, candelabro, carroza, etc, etc.

Imagen del relieve de domador de caballos de Villaricos sobre la que se ha sopreimpuesto el símbolo del ara de Siüenza, para buscar correspondencias
El símbolo que ocupaba una cara del ara de Epona de Sigüenza, superpuesto al relieve de Villaricos

A pesar de la distancia cronológica [17] que las separa -el "domador de caballos" es probablemente varios siglos anterior- es muy sugerente la similitud entre las representaciones "imperiales" de Epona (sentada, cuidando équidos en torno suyo) y el supuesto héroe-divinidad adorado en la península ibérica en tiempos anteriores. Los cambios fundamentales necesarios serían dos:

A un nivel tan extremo de simplificación/abstracción, no serían necesarias más adaptaciones, a diferencia de lo que ocurre con las representaciones figurativas. El devoto reconocería inmediatamente en el símbolo a su divinidad protectora. Poco o nada le importaba la evolución iconográfica de la misma.

Irónicamente, esta hipótesis daría validez a la noticia de que efectivamente apareció originalmente una imagen de la diosa en la huerta de Sigüenza y que luego se perdió. Para evitar generar una nueva fuente de confusión, he procurado dejar mi interpretación del símbolo en último lugar, separándola totalmente del hallazgo en si. Espero haberlo logrado.

Saludos.

Notas

Diego Eugenio González Chantos (Hombrados 1731, Rata del Ducado 1812). Según el autor que se cite, se añade el apellido Sanz o Ullauri. En abril de 1750 entraría en el colegio de San Antonio de Sigüenza, obteniendo en 1762 una canonjía en la catedral. Es en su afición por las investigaciones históricas y arqueológicas nos proporciona noticias tempranas sobre la investigación del pasado más remoto de la ciudad. Llegaría incluso a dirigir unas excavaciones en el Cerro de Villavieja, en busca de una supuesta ciudad indígena, con escasísimo resultado.

Retrato en lienzo del obispo, bastante deteriorado Francisco Díaz Santos Bullón. (Guardo-Palencia 1687-Burgos 1767). Obispo de Sigüenza entre 1750 y 1761. Hace su entrada oficial en la ciudad de Sigüenza el 23 de noviembre de 1751. En 1761 es nombrado arzobispo de Burgos, donde muere el 17 de febrero de 1764.
Retrato del sabio erudito, representado trabajando sobre un libro Manuel Risco, nombre literario de Juan Manuel Martínez Ugarte (Haro, 1735; Madrid 1801), historiador, Orden de San Agustín. En 1762 es nombrado profesor de Filosofía en el convento de Toledo. En 1765 pasa a explicar Teología en el Colegio de San Gabriel de Valladolid. Luego pasa a Madrid con el cargo de regente o moderador de estudios en el Colegio de doña María de Aragón (actual Palacio del Senado, Madrid). A la muerte de Enrique Flórez es nombrado su sucesor en la imponente obra de la España Sagrada.
El jesuita Fidel Fita, en retrato oficial de académico Fidel Fita y Colomer (Arenys de Mar, 1835 - Madrid, 1918)
Foto de licenciatura de Pérez-Villamil Manuel Pérez-Villamil García-Somolinos (Sigüenza 1849, Madrid 1917) (Minguella op. cit. v. 3, p. 441) consigna que obraba en su poder una obra manuscrita del deán González Chantos, que versaba sobre "varias inscripciones y epitafios que hay en la Santa Iglesia de Sigüenza" y que se supone perdida. Quizás influyese dicho documento en las opiniones que vierte nuestro historiador, que parece algo mejor informado que el resto sobre lo que apareció en las inmediaciones del actual convento de Ursulinas.

Marcos Nieto, Febrero 2008

Referencias

[1] Joaquín Caridad Arias, "Los fenómenos de homonimia y homofonía en la toponomástica y su repercusión en las etimologías cultistas y populares de la Europa Oriental", Universidad de La Laguna, Tesis Doctoral 2003

[2] Susana Prieto Molina, Vicente M. López Revuelta, "Fíbulas argénteas con escena figurada de la península ibérica", Complutum, 11, 2000: 41-62, página 48


[3] Alberto J. Lorrio, "Los Celtíberos", 1997, UCM-RAH, página 332

[4] Gabriel Sopeña, "Dioses, ética y ritos. Aproximaciones para una comprensión de la religiosidad entre los pueblos celtibéricos", Zaragoza, 1987, páginas 43-44

[5] Francisco Marco Simón, "La religión de los celtíberos", pp. 55-74, en "I Simposium sobre los celtíberos". Daroca (Zaragoza) 24-26 de abril de 1986, Institución Fernando el Católico, 1987, página 62

[6] José María Blázquez, "Religiones Prerromanas" en " Primitivas Religiones Ibéricas", Tomo II, Madrid 1983, página 263

[7] Juan Manuel Abascal Palazón, "Epigrafía romana de la provincia de Guadalajara", Wad-al-ayara, nº 10, 1983

[8] Nuria Morère, "Carta arqueológica de la región seguntina", Guadalajara 1983, página 53

[9] Fernand Benoit "L'héroïsation équestre" Publication des Annales de la Faculté de Lettres, Aix en Provence, 1954, página 41

[10] Fidel Fita Colomé, "Inscripciones ibéricas y romanas. Observaciones críticas", Boletín de la Real Academia de la Historia, Tomo 58, 1911, páginas 326-7

[11] Toribio Minguella y Arnedo, Historia de la Diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, volumen 1, Madrid 1910, página 9

[12] Fidel Fita Colomé, "Reseña epigráfica desde Alcalá de Henares a Zaragoza", Boletín de la Real Academia de la Historia, Tomo 23, 1893, página 508

[13] Emil Hübner, CORPVS INSCRIPTIONVM LATINARVM, INSCRIPTIONVM HISPANIAE LATINARVM SVPPLEMENTVM, 1892

[14] Fidel Fita Colomé, "Lápidas romanas del valle de San Millán, Vallada, Ternils y Denia", Boletín de la Real Academia de la Historia, Tomo 4, 1884

[15] Aureliano Fernández-Guerra, "Cantabria", Madrid 1878. Páginas 43-48. La noticia sobre el ara seguntina se halla contenida como apéndice al texto de una conferencia tenida en la Sociedad Geográfica de Madrid, la noche del martes 6 de marzo de 1877.

[16] Manuel Pérez-Villamil, "La catedral de Sigüenza", Madrid 1899, página 25

[17] Jorge Juan Eiroa, "Los relieves del Potnios Hippón de Lorca (Murcia)", Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Hf Antigua, t. I, 1988, pp. 105-115

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