Called from/Referenciado desde: Histgueb: Noticias de hallazgos

Minerva y la Virgen de la Salud

Escultura en bronce de Minerva encontrada en 1895 en Pelegrina. Le faltan cabeza, brazo izquierdo, mano y pie derechos

Minerva de Sigüenza. Conservada en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid, España)

Marcos Nieto. Diciembre 2008. Versión actualizada en Marzo de 2009

Un lugar de sanación desde antiguo

En la pequeña localidad alcarreña de Barbatona existe desde antiguo un santuario mariano con reputación de milagroso, dedicado a la Virgen María bajo la advocación de Virgen de La Salud, aunque no tengamos constancia de una imagen con dicho nombre según Toribio Minguella hasta la constitución de su cofradía en 1734 [1] y en 1739 se le concede licencia para la construcción de un nuevo templo. Según dicho autor, la inauguración del templo debió suceder en 1755, cuando se produjo la traslación de la imagen desde la humilde iglesia adyacente de San Andrés a su majestuoso santuario. En marzo de 2009 Luis Herranz [2] proporciona nuevas noticias. Entre otros datos, afirma que la imagen estaba situada antes de la construcción del nuevo santuario en una grada, posiblemente en el presbiterio de la iglesia parroquial antes citada.

Vista del Santuario de la Virgen de la Salud en primer plano; tras él la antigua parroquia de San Andrés y en el fondo, el supuesto torreón islámico. Sus tres fachadas están en alineación casi perfecta

Una vista de la "acrópolis de Barbatona", con el torreón islámico al fondo, la antigua parroquia
en posición intermedia y el santuario en primer plano, en una disposición por lo menos curiosa

Presidiendo el conjunto tenemos a la Milagrosa Imagen de la Virgen de la Salud, típica talla de Virgen Sentada con Niño. En el año 2009, de resultas de los estudios realizados con motivo de su restauración, se estableció que no queda nada apenas de la imagen original, comprendiendo "únicamente la estructura interna de madera, parte de la peana o zonas del lateral derecho pertenecen a sus orígenes medievales" [2].

Desgraciadamente, hasta aquellos elementos que más fácilmente pudiesen haberse heredado de ella -cabezas y manos- eran de datación relativamente moderna (siglos XVIII-XIX). ¡Incluso la tipología de virgen sedente gótica se debía a una restauración no documentada en la década de 1960-70! En fin, que excepto su núcleo de madera, nada queda de la primitiva virgen con niño que se veneró en el lugar.

Retablo mayor del santuario de la Virgen de la Salud, de un elegante estilo rococó

Retablo mayor del santuario, con la Virgen entronizada.

Detalle de una grabado neoclásico de 1802 donde aparece la Virgen de la Salud, interpretándose su retablo en un estilo neoclásico que en realidad no posee

La Virgen de la Salud, en un grabado de 1802

Antigua postal en blanco y negro que nos muestra una imagen de la Virgen de la Salud casi irreconocible, pues apenas si se ven las caras de la Virgen y el Niño de la imagen

Imagen de la Virgen de la Salud, cuando se exponía vestida y con peluca de pelo natural

Antigua postal del santuario de Barbatona donde se aprecian la cantidad de exvotos ofrecidos por los fieles que antaño adornaban sus paredes

Imagen antigua del santuario de la Virgen de la Salud de Barbatona, con las paredes cuajadas de exvotos. Algunos de ellos son escenas sorprendentes, cuajadas de honestidad y detalles curiosos. A continuación ofrezco el primero de ellos donde se afirma expresamente que los enfermos ya sanados "vinieron a su santa casa" en acción de gracias, apareciendo un templo de grandes proporciones, seguramente el actual. Según la fecha del exvoto, éste se debió pintar al poco de inaugurarse el nuevo santuario.

Pintura sobre tabla donde se ve a una madre con sus dos hijos postrados de rodillas en el interior del santuario, en una arquitectura imaginaria, orando ante una imagen de la Virgen en su altar. Quizás como cumplimiento de un voto, los niños aparecen vestidos uno de monaguillo y otro de fraile franciscano.

Exvoto de 1755 [3]

Orígenes del culto a la Virgen de la Salud

Sobre el tema no parece haber una opinión formada, achacando E. Castellote dicha circunstancia a que "la mayor parte del Archivo de la Catedral fue quemado en la Guerra Civil" [E. Castellote, op. cit, página 15]. Sin embargo, diversas indagaciones en el archivo de la parroquia de San Andrés de Barbatona arrojan el curioso dato de que la imagen era conocida hasta 1702 como "Virgen de los Remedios", tomando a partir de dicho momento la advocación actual de "Virgen de la Salud" [2]. Quizás fuese en dicho año o poco después cuando se empezó a descuartizar la imagen para irla adaptando al gusto devocional del barroco tardío, hasta prácticamente no dejar nada reconocible de la misma.

Remontándonos mucho en el tiempo

Empezaremos con el nombre del lugar. Ramón Menéndez Pidal [4], relaciona el nombre de dicha población con la raíz borb-/borm- de origen celto-ligur, significando "borbotar, hervir, arroyo". Existe constancia arqueológica de una villa en las proximidades de la población ya en época romana [5]. La abundancia de agua y yacimientos de arcilla ha posibilitado la existencia de una alfarería de basto ya desde muy antiguo, con numerosos tejares. Las ruinas de algunos de ellos todavía jalonan el paisaje. Su actividad industrial se hallaba ya consolidada cuando en 1557 se consigna una compra de 10.000 tejas de Barbatona por importe de 11.670 mrs para las obras de construcción de la catedral de Sigüenza [6].

Antiguo tejar, que aparece como una construcción arruinada y cubierta por la maleza

Restos de antiguo tejar

Sin embargo, volviendo al lugar donde según su etimología "brotaba agua", podemos encontrar más usos para la misma que los puramente industriales, en concreto aquellos lustrales, en los cuales el agua posee capacidades purificadoras más allá de lo puramente físico.

Sabemos que en la antigüedad romana había baños a los que se atribuían propiedades terapéuticas, dedicados generalmente a una divinidad especializada, tal como Asklepios (Esculapio) y divinidades asociadas, tales como Valetudo, Telesforo y la multiforme Hygieia (de la cual proviene la palabra "higiene"), igualmente conocida como Salus ("Salud") y que acabaría asimilándose a la propia Minerva, bajo la advocación de Salus Minerva o Minerva Médica [6]. Esta divinidad tenía bajo su protección ni más ni menos que la Salud del Emperador, y por lo tanto, del Imperio. ¿Podría haber sido cristianizado el culto de antiquísimo lugar de sanación, reemplazando a Salus Minerva y quizás a Esculapio por la Virgen de la Salud? Recordemos que igualmente hay noticias [7] de que la Minerva apareció acompañada por restos de un personaje togado de tamaño mayor que el natural [8] y que el Museo Arqueológico Nacional extraviaría. ¿Quizás se tratase de Asklepios, tomando el himacio por una toga?

Imagen del dios Esculapio en mármol, encontrada en Ampurias, tras su reciente restauración

Escultura de Esculapio encontrada en 1909 en la colonia griega de Ampurias (Gerona, España)

Aunque en el altozano donde se levanta el santuario actual no hay constancia de hallazgos arqueológicos, sí podemos admirar los restos de un supuesto torreón islámico [9] de los siglos IX-X. Si nos fijamos en sus materiales constructivos, observaremos que el muro que da a poniente es muy distinto de los demás, estando construida su porción inferior con grandes sillares de piedra, mientras que el resto son manifiestamente diferentes y de distinto aparejo. Esta circunstancia hace pensar que estos sillares fueron reutilizados de una construcción preexistente para levantar el torreón en torno al año 1000. ¿Posibles restos de un templo dedicado a Salus Minerva?

Un detalle de la fachada de poniente del torreón islámico de Barbatona. Se aprecian los grandes sillares existentes en el tramo bajo del lienzo oeste, ausentes en el resto de su fábrica

Detalle de los restos de la más antigua de las edificaciones, reaprovechada como palomar en Barbatona

Aparición del cristianismo y fin del santuario primitivo

Fragmento de la base de un plato de terra sigillata (tipología de Mezquiriz) engobada en color rojo. En el interior del plato se aprecian una cruz incisa con tres brazos y el arranque de un cuarto. La cruz cubriría buena parte del interior Fragmento de la base de un plato de terra sigillata (tipología de Mezquiriz) engobada en color rojo. El pie es anular de sección triangular, con una cruz de reducidas dimensiones de la que se conservan dos pequeños brazos y el arranque de los otros dos
Fragmento de terra sigillata aparecida en las cercanías del pueblo de Valdecubo (Guadalajara, España), situado en la vía romana que conducía desde Uxama hasta Segontia, la antigua Sigüenza. En él se aprecia con claridad una cruz de brazos simétricos realizada con técnica incisa tanto en el haz como en el envés. Como decoración a molde original de la pieza, una hilera de ángulos o bifoliáceas, alternando con conjuntos de cuatro bastones segmentados rectilíneos.

Independientemente de donde estuviese situado, es posible que el templo de Salus Minerva fuese profanado en el siglo IV, tras el edicto de Teodosio prohibiendo el culto pagano. Es curioso en cuan poco tiempo el cristianismo, un culto de esclavos y gente tenida por vil fue capaz de socavar un sistema religioso cuya fecha de caducidad había sido terriblemente sobrepasada y que se mantenía como el resto del Imperio: de milagro. Es de suponer que la desacralización de un espacio con propiedades curativas sería mucho más traumático que el dedicado a otras divinidades y que la propia necesidad humana de buscar la curación por todos los medios haría casi imposible erradicar el culto en el lugar. Además, para aquellos cristianos con muchos resabios paganos, en la imagen del dios moraba el mismo dios, su daemon. No se podía desacralizar sin más, ni destruirlo: había que neutralizarlo.

El torso mutilado de una Venus de mármol aparece boca abajo, juntamente con los restos de la escultura de un fauno

Escultura acéfala de Venus aparecida en el Edificio de los Baños, donde fue arrojada tras su profanación
por órdenes del obispo Porfirio en Scythopolis (Israel) a finales del siglo IV. [10]

Así, generalmente las imágenes eran mutiladas y especialmente decapitadas [11], sepultando el cuerpo y miembros separados de la cabeza, generalmente en sitios distantes el uno del otro, aparentemente para dificultar su restitución [12]. Este patrón de destrucción está detrás de la aparición de numerosos hallazgos de esculturas acéfalas y cabezas de divinidades aisladas.

Este comportamiento hacia las imágenes de los dioses de un religión percibida como hostil no es algo extraño ni inusual: se reproducía el comportamiento que ante la pérdida de poder por muerte o derrota de algún emperador contra el cual se concitaba al pueblo -y recordemos que el Culto al Emperador era obligatorio- se destinaba a las esculturas o inscripciones dedicadas al mismo. Un tratamiento muy similar al dado a los cadáveres de un dictador italiano y al de su compañera casi 2000 años después [13].

[Plinio sobre la muerte de Domiciano] El escritor describe el júbilo del pueblo romano al enterarse de la caída del emperador, mostrando a una muchedumbre enloquecida de alegría tirando las estatuas del regente al suelo. En Roma, éstas eran arrastradas con ganchos hasta las escaleras Gemoniae y allí se exponían por un tiempo para que fuesen insultadas y mutiladas. Después se arrastraban los restos a la orilla del río y los echaban al Tíber. Igualmente, eran destruidas las pinturas del condenado, su nombre era borrado de inscripciones, e incluso se demolían arcos de triunfo erigidos en su honor [14].

Según la hipótesis avanzada por nosotros, el cuerpo de la diosa adorada en Barbatona se arrojaría a uno de los pozos que desde antiguo existían en el Barranco de la Varenosa [15] en Pelegrina, juntamente con otros restos de esculturas de bronce. Nótese como lo prioritario era neutralizar los espíritus que habitaban dichas esculturas, por encima del valor pecuniario de materiales como el bronce, tan fácilmente reutilizables. Esta asociación del culto de Minerva a aguas medicinales ha ocasionado felices descubrimientos de algunas de dichas esculturas profanadas ritualmente, al arrojarse a estanques o pozos cercanos, como en el santuario de Minerva en Sulis Minerva (Bath, Reino Unido) o de Minerva Médica en Turiaso (Tarazona, España).

Cabeza en bronce dorado de Sulis Minerva, representada sin casco Cabeza en mármol blanco de Minerva Médica, con la nariz rota y un rebaje en su frente para encajarle un casco
Cabeza de Minerva, encontrada en Sulis Minerva (Bath, Reino Unido) en 1727 Cabeza de Minerva Médica, aparecida en Turiaso (Tarazona, España)

Allí, siguiendo la hipótesis, despedazada y en el fondo de un pozo o estanque, permanecería hasta que el inexorable avance de las obras mineras del complejo "El Acierto" perturbasen su reposo en 1895. Ahora intentaremos seguir esta "travesía oscura" de la hija de Zeus, si es que alguna vez se supo de ella antes de su descubrimiento oficial, bastante oscuro de por sí. El posible hallazgo.

Vista de atardecer con el pueblo de Barbatona al fondo, flanqueado por árboles en ambos lados, tomado desde el camino que discurre junto al Arroyo de los Tejares

Barbatona vista desde el camino que -flanqueado por el Arroyo de los Tejares- se dirige hacia el sur, a la Vega del Río Dulce

Refererencias

[1] Toribio Minguella y Arnedo, Historia de la Diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, vol. 3, Madrid 1913, página 606

[2] Luis Herranz Riofrío, Se restaura la imagen de la Virgen de la Salud de Barbatona, artículo publicado en el periódico Nueva Alcarria 13 de marzo de 2009, página 34

[3] Eulalia Castellote Herrero, Exvotos pictóricos del Santuario de Nª Sª de la Salud de Barbatona, Guadalajara 2005, página 43

[4] Ramón Menéndez Pidal, Toponimia prerrománica hispana, Madrid, Gredos 1968, pp. 96 y 103.

[5] Nuria Morere, Carta arqueológica de la región seguntina, Guadalajara 1983,p. 38

[6] Manuel Pérez-Villamil, La catedral de Sigüenza, Madrid 1899, página 133

[7] Felipe-Gil Peces Rata, Memorias de Sigüenza, Sigüenza 2000

[8] Boletín de Archivos, Bibliotecas y Museos. Órgano Oficial del Montepío del Cuerpo Facultativo del Ramo. Año I. Madrid, Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-mudos y de Ciegos. 15 de Diciembre de 1896. Número 9, página 180

Donación del Ilmo. Sr. Obispo de Sigüenza. Bronces descubiertos en el Arenal de Pelegrina, a 5 km de Sigüenza.

- Minerva. Estatua romana, falta de cabeza, manos y pies, vestida con el peplo y la éjida. Estilo decadente. Altura 0,65 m.
- Pié izquierdo. Por su tamaño puede ser de la estatua anterior, pero es de mejor ejecución y de otra clase de bronce.
- DOS TROZOS DEL MANTO (TOGA) DE UNA ESTATUA MAYOR QUE EL NATURAL.

[9] Gerald D. Hart, Asclepius, the God of Medicine, Londres 2000, pp. 29-30

[10] Yoram Tsafrir y Gideon Foerster, Urbanism at Scythopolis-Bet Shean in the Fourth to Seventh Centuries, Dumbarton Oaks Papers, 51,1997: fig. 37

[11] Una detallada descripción de una profanación similar, en este caso la diosa Allat-Athena en su templo de Palmira, Jordania, destruida entre los años 385-388 por Maternus Cynegius, Prefecto Pretoriano del Oriente: From the available pieces it proved possible for the excavators to demonstrate the sequence of blows which the image received as Cynegius' agents ransacked the interior of the building. The statue was first decapitated with a blow behind the head. The face was then smashed into several pieces so dextrously that no fragments survive of the nose, upper lip, and chink beteen the eyes of Allat-Athena. The partly mutiliated torso was then deposited behind the baldaschino.[Frank R. Trombley, Hellenic Religion and Christianization. c. 370-529, Boston-Leiden 2001, p. 146]

[12] La existencia de un "Alto de la Cabeza" a 3.000 m de la antigua fábrica "El Acierto", en el curso del río Dulce, podría ser indicio del hallazgo de la cabeza de ésta o de las otras esculturas que fueron destruidas conjuntamente.

[13] Benito Mussolini y Clara Pettaci, linchados y ultrajados en Milán, un 29 de abril de 1945.

[14] Silke Knippschild, "¡Abajo el tirano!" en "Ceremoniales, ritos y representación del poder", Valencia 2004, p. 63

[15] Varenosa: término no recogido en el DRAE. Algunas antiguas grafías de dicho topónimo, tales como barenosa y barrenosa, se emplean para significar barro con alto contenido en arena. Sin embargo, esta palabra existe en italiano con significado de lugar húmedo y pantanoso que podría convenirle al Barranco de la Varenosa/Barenosa.

Envíe sus comentarios/Send your comments:aquí/here

Página principal Histgüeb