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Medinaceli attacks Sigüenza

Composición libre en la cual sobre un tablero simulado se enfrentan dos formaciones de tanques, mientras sobrevuelan la escena aviones de caza. Pulsa para obtener mas detalles

En el año de 1429 el obispo de Sigüenza Alfonso Carrillo, cansado de las maquinaciones e intentos de subversión de los partidarios de Luis de la Cerda, conde de Medinaceli, decide reabrir un pleito ante la jurisdicción real contra "ciertas personas singulares de medina y su tierra". El suceso en cuestión había ocurrido veinte años antes, en 1409, bajo el mandato de su predecesor Juan de Illescas (obispo de Sigüenza entre 1403 y 1415). En él se nos informa de cómo el conde de Medinaceli pretendía ampliar su señorío por la fuerza de las armas, mediante auténticos actos de guerra o promoviendo sediciones.

En el mes de febrero de 1409 tropas procedentes de Medinaceli con "mucha gente de pie y de caballo, armados de bacinetes y cotas y piezas y lanzas y dardos y escudos e espadas y ballestas y otras armas y que fuerais armados y asonados como en batalla" [1, folio 1 vto.] se presentaron frente a la ciudad de Sigüenza. Vamos, que no se trataba de cuatro aldeanos con lo puesto, sino de tropas perfectamente guarnecidas. Aunque parece por el texto que pillaron a los habitantes desprevenidos, tuvieron tiempo de refugiarse entre las murallas y cerrar las puertas de la ciudad, teniendo que conformarse los atacantes con causar destrozos en los alrededores. La descripción[1, folio 2] de los hechos resulta curiosa, aunque he procurado actualizar el vocabulario en lo posible:

entrasteis por la tierra y señorío del dicho obispo y de la dicha su iglesia y de la dicha ciudad de sigüenza tañendo trompeta quebrantando su jurisdicción corriendo la dicha tierra y destruyéndola cogiendo sus hombres y sus vasallos del dicho obispo y de la dicha su iglesia sorprendidos usasteis todo vuestro poderío para los herir y matar bien casi como si fuesen enemigos que a su fuerades hasta lazar y encerrar y enbitar los dichos hombres y vasallos por las puertas de la dicha ciudad dando con las lanzas en las puertas de ella y asentasteis real sobre ella y sobre el alcázar de ella y que la cerrasteis e que así estadiados en derredor de la dicha ciudad todo aquel día fasta gran pieza de la noche está ramuçado por la dicha ciudad y queriéndola entrar ....... por fuera haciendo muy grandes males y daños descepando viñas y talado los árboles y huertas y quebrantado y destruyendo colmenas ... muchos baldones y vituperios y haciendo muchos escarnios e injurias y ofensas a los vecinos de la dicha ciudad vasallos del dicho obispo y de la dicha su iglesia y llamándolos putos cornudos y diciéndoles otros baldones feos y deshonestos

(una trascripción parcial del texto la encontrarás aquí)

Lo anterior parece indicar que únicamente se trató de una demostración del poder movilizador de la nobleza. Varios años mas tarde (1429), el golpe provendría del propio concejo de la ciudad, que concitaría sus intereses con los del ambicioso noble. Entonces muchos vecinos de Sigüenza intentaron una intrusión armada en la catedral, siendo nuevamente apoyados por Luis de la Cerda, que no cesaba en sus maquinaciones. De esta nueva intentona, mucho mas grave, tenemos cumplida información en Minguella[2], de donde extraigo los siguientes párrafos:

se desató el pueblo sediciosamente con el proposito que otras muchas veces dis que han atentado de faser e se alborotaron todos monipodiados e repicando las campanas vinieron a la dicha iglesia mayor contra ellos diciendo mueran los villanos fide putas cornudos de clerigos y trayan fuego e quememoslos e otras muchass feas e injuriosas palabras e dis que si non fuera por Dios y por algunas buenas personas que estaban dentro en la dicha iglesia que podieron cobrar e cerrar las puertas de ella segun la manera que ellos traían de muchas armas de diversas maneras y ballestas armadas dis que no quedara ende clerigo ni beneficiado que todos no morieran e dis que algunos beneficiados con gran temor que obieron que se iban a meter en la dicha iglesia e que fueron por ellos acuchillados e feridos cuatro beneficiados della por cuanto se dice por todos los vecinos de la dicha cibdat que les han de matar y quemar y robar..

nuevamente apareciendo las mismas fuerzas en conflicto, mandando el Rey que se: "ponga tregua e seguro entre el dicho Conde e los suyos e otras personas cualesquier vecinos de la dicha cibdat e de fuera de ella e los dichos Provisor e Dean e Cabillo e personas singulares de la dicha iglesia y sus criados e familiares e paniaguados". O Juan II de Castilla tenía mucha paciencia o poco poder efectivo o ambas cosas para tener que tolerar semejante estado de cosas en sus reinos. Bien caro lo pagó su más firme valedor, el condestable Alvaro de Luna, al ser ajusticiado como pago por sus servicios.

P.D. Después del verano habrá mas noticias sobre el tema, pues "repostaré" nueva información ¡Hasta entonces!.

Referencias

[1] Citatoria al procurador de Medina que venga a seguir el pleyto a Vallid que tenia con siguença sobre los robos y fuerças que abia echo el dicho concejo de medina. 8 de febrero de 1429. Legajo 194 "Pleitos Civiles". Archivo Catedral de Sigüenza

[2] Toribio Minguella y Arnedo, Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus obispos, volumen II, Madrid, 1912, Colección Diplomática nº CLV, págs. 633-635

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